En ocasiones hay millones de señales a las cuales no les ponemos cuidado
señales de ayuda..... señales de amor.....señales de cambio
Tenemos que estar atentos a aquellas señales porque llegaran cuando menos nos lo imaginamos
Por eso comparto esta canción que es mi canción favorita la cual nos muestra una clara señal de amor
Es simplemente lo que pienso, mundo aparte porque es estar en otro lugar con mis pensamientos que en ocasiones estan fuera de control, es una forma de ver la vida fuera de lo comun, es no estar con el monton, tratar de buscar otra forma de ver la vida... de una forma donde no haya tristeza porq la vida es una y es para vivirla
sábado, 25 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
Hugo Orozco, un caballero con estilo
“Hugo Orozco Ríos una programación con estilo, porque en radio el estilo es lo que cuenta”. Cabezote que desde 1977 lo acompaña en cada programa desde entonces en la radio.
Hugo Orozco Ríos |
Hugo Berto Orozco Ríos fue como muchos contemporáneos de su época, bautizado con un nombre y registrado con otro. El sacerdote, por salir rápido de la iglesia, escogió el nombre a su criterio, Francisco Javier. Pero a su padre la idea no le gustó mucho, por lo que decidió cambiarlo por Hugo Berto ante la notaría; Hugo o ´Pacho ‘como lo conocen en Chiquinquirá (Boyacá) cuenta entre risas que esta acción del sacerdote, le costó varios años de búsqueda y problemas legales, pues debía unificar los nombres para recibir su cédula de ciudadanía, aunque también dice que esto fue una polémica con su padre pues “le discutía porque habiendo Bertos tan lindos como: Hugo Alberto, Roberto, Rigoberto entre otros, tenía que quedarse con Hugo Berto”.
La vida de Hugo Orozco Ríos, similar a una montaña rusa estuvo rodeada de giros inesperados y desvíos obligatorios. Cuando era un adolescente “andaba con un tarro diciendo: la lleva Joaquín, se la pasa a Enrique y gooooool”. En ese entonces las canchas deportivas eran las calles, dos camisas o dos piedras eran el arco, pero llegaba la policía y a correr, y “yo al ver esto me parqueaba y empezaba a animar, los amigos ya me conocían y me llevaban a los partidos para narrar” pero llegó el día en que “mi papá cansado de que su hijo fuera el loco del tarro, de ser el hazme reír de todos, me echó de la casa por eso”.
En busca de un mejor futuro y la mujer de su vida, Hugo afrontó días sin probar bocado, días sin tener en donde dormir excepto por el frío anden de una calle o una cafetería que atendiera 24 horas, rogando a Dios que no lo sacaran del lugar y en compañía de un ´tinto´ cuando tenía para comprarlo, deambulaba por las calles sólo y sin bañarse; un hotel económico era la mansión que arrendaba por días cuando tenía suficiente dinero. Fue vendedor de periódicos, repartía revuelto y fotos en la calle, ayudaba a sus amigos en cuanto oficio honrado le pusieran, todo para superarse y casarse con su ´chachita´.
Muchas fueron las personas que se aparecieron como ángeles en el momento indicado y le prestaron ayuda a cambio de favores o por simple aprecio. Hugo Orozco era en ese entonces un hippie montañero, utilizaba pantalón negro, con bota campana blanca, camisa floreada apretada, collares raros, peludo y en tenis o zapatos de carramplón como John Travolta.
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Casado desde hace 35 años con la ´Chachita ‘como le dice por amor, mujer a quien ama, venera y no se cansa de darle gracias a Dios, por tenerla como compañera. Con el toque de humor que lo caracteriza asegura, que es un afortunado, ella era la más linda del colegio Inem Felipe Pérez y él (lo acepta con mucho orgullo) era el pretendiente más feo, vago y sinvergüenza de todos, además de ser su prima hermana y amiga.
Mientras Gloria Inés se educaba y ayudaba a su mamá en el hogar, Hugo Orozco trabajaba, pasaba hambre y desconocía la salud de su padre y madre.
Su matrimonio en los primeros 10 años contrario a los de muchas parejas fue una tortura para su esposa, porque coincidió con el cambio y la llegada de una fama efímera. Él, un hombre de campo y ella una mujer citadina enamorados y sin mucho dinero deciden casarse, pero él con su inmadurez y juventud no supo afrontar el cambio que dio su vida con el inicio en la radio, “amigas y amigos” nuevos, dinero, licor y prestigio social: una mezcla difícil de rechazar para una persona que por más de 20 años paso necesidades, se privó de gustos y de placeres.
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Su primera oportunidad en la radio fue en Ecos del Risaralda 1360 AM, decidido a cumplir su sueño, una mañana entró a la emisora violando la seguridad y frente a frente con Orlando Cataño Céspedes el gerente, entabla una conversación que cambia su situación, él le ofrece su ayuda, ropa, comida, cambio de look y sabiduría pues le había parecido una persona ´entradora y capaz´. Hugo pasa de ser el hombre de confianza de la familia, a hacer el locutor de la emisora, pero así como se dio este cambio para bien, pasa de estar en la cima de la montaña con su matrimonio y el inicio de la radio para decaer por más de 10 años en el alcohol y el maltrato verbal hacia su esposa e hijos.
Esposa e hijos. |
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Diez años en los que hubo semanas enteras sin ir a la casa. Amigos de Gloria Inés, su esposa, le decían que lo dejara, que se valorara, pero ella con orgullo respondía: “ese es el hombre que yo amo y adoro, y sé que mi Diosito me lo va a devolver algún día, voy esperarlo el tiempo que sea necesario”.
Diez años después apareció Dios, quien para Hugo “está en todas partes igual que los ángeles”, de la mano de un hombre que le ayudó a salir del estado lamentable en que se encontraba, un 4 de enero de 1986 cambió el rumbo de su vida y de su relación familiar, desde ese día y hasta el momento lleva 26 años sin tomarse un trago, y aunque tuvo por más de cinco años una taberna “La cuchoteca de Hugo” no probó un solo licor de los que vendía. En su casa hay una repisa con botellas de licor (Whiskey, Aguardiente, Ron y Tequila) que le obsequian amigos, familiares y oyentes, sus dos hijos en muchas ocasiones son quienes disfrutan del licor, pero moderadamente, ya son jóvenes responsables y profesionales que experimentaron en este caso por ´cabeza ajena´, la de su padre, la desdicha de entregarse al licor.
Recuerdos de La Cuchoteca de Hugo en el 2008 |
Desde que comenzó la carrera ha tenido un nivel de sintonía estable y muchos son los que lo quieren y siguen su trayectoria artística. Johana Velásquez locutora de Radio Uno Pereira con cariño y respeto habla de Hugo pues fue quien “me dio la oportunidad de conocer este hermoso medio de comunicación a mis 12 años y darme cuenta que esta era la profesión que quería para mi vida, siempre lo llevo en mi corazón voy a estar agradecida con esta gran persona, que no solo utiliza la radio para beneficio propio sino para ayudar a los demás”.
Además de tener la taberna, al servicio de las personas que comparten su buen gusto musical, recopiló chistes enviados por los oyentes y amigos por más de dos años para sacar dos libros, EL DESPELOTE volumen uno y dos; Gotas de roció, volumen 1,2 y 3; Un álbum navideño con canciones y novenas para navidad, fueron sus últimos Cds al servicio de la comunidad.
Hugo Orozco Ríos, fuera de ser hincha número uno del Deportivo Pereira, cuenta con un carisma y amor por sus oyentes. Para algunos jóvenes que han pasado por su cabina de radio, Hugo es el responsable de su amor por la profesión y los oyentes, algunos de ellos emigran hacia cadenas nacionales o internacionales agradecidos de ser fruto de un locutor responsable y honesto.
´Pacho´ Benítez, y Carlos Alfonso Riaño. Amigos de profesión y de corazón |
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